Páginas de cortesía

 
 
 
   La primera página de muchos libros es una página de cortesía. Suele llamarse precisamente así.
 
   Es común recordar la relación entre "libro" y "libre", pero hoy algo me ha recordado que esa libertad nos la ofrecen algunos libros cortésmente desde su primera página, que se ofrece en blanco.
 
   Lo he visto en un ejemplar antiguo de "Los escarabajos vuelan al atardecer" de Maria Gripe. Pero es muy común que los libros nos inviten a algo más que su lectura al pie de la letra. Y nos dan pie para más letras y para más experiencias. Entre muchos libros de segundas manos, dos lectores tomaron libremente ese espacio para hacer un poco más literaria su experiencia común.
 
   Libre dedicatoria aclaratoria. Declaración coloquial de regalo. Libro regalado. Promesa de amor a finales de los ochenta en vísperas de una huelga general.
 
   Más adelante el libro sigue su relato y casi a la mitad encuentro a modo de marca-páginas una foto de un futbolista con el uniforme del Barça: Eusebio Sacristán. La mili separa las páginas del amor, "la puta mili". Tardes de domingo, fútbol y arresto.
 
   Te quiero, te amo, te adoro, no me olvides. La estética de este amor es circular: le gustaría abarcarlo todo en el redondel marcado por su pintalabios y dejarlo atrapado ahí como en una red para palomas. A algunos libros les ocurre también eso. Aunque no deja de ser hermoso que la red no cace por completo al lector en sus páginas. No sólo en la primera, le deja siempre la cortesía de ser libre.
 
Jesús Megía
23 de abril de 2013
 

 
 

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